Pacto entre caballeros.

image

Van a cumplirse ya nueve meses de tu partida, y cada vez que bajo a Almería, bien presente tengo nuestro acuerdo, nuestro pacto.. Contigo siempre de la mano tito, y vuelvo a releer aquellas palabras que te escribí, para que conmigo, queden bien presentes ante amigos, familia y ante nuestra tierra, Almería.

Escrito el pasado noviembre:

Como cobran valor las palabras, los actos, cuando de repente te vas. Y todo a nuestro alrededor se potencia de tu esencia, de tu amor. Aquella tarde, tras aquel largo paseo, donde antes de irme, te subí a un segundo escalón y desde allí, me diste un abrazo y correspondiste a un «Te quiero» sincero, al que no estamos acostumbrados, apretando contra mi tus brazos y al soltarte, me dijiste que tenías que cerrar la llave de riego, sólo porque no te viera venirte abajo y llorar como un crío por lo fácil que era quererse, y cómo lo habíamos conseguido a pesar de haber tenido que transitar caminos tan diferentes y paradójicamente, tener la sensibilidad para apreciarlos, valorar y apoyarnos en la medida de lo posible.. Escribo por sentirme en débito a tanto grande tuyo que me acompaña a cada paso, tu presencia es magnánima, y ahora que no estás, más presente te siento. Nunca se borrará de mi sentir tu sonrisa de admiración, tu pícara sonrisa de aprobación y complicidad, como viviendo en tus ojos las experiencias de tu juventud que me empujaban a seguir obrando, yo que podía, tú decías, sobrino, que tienes más corazón que cabeza o bolsillo.. Si tu supieras la cantidad ingente de personas que te quieren, sólo tienes que pedir lo que te haga falta y te sobrará de todo Luije.. Necesito poco, tito, y lo poco que necesito, lo necesito poco.. le decía. No se trata de dejar esto, se trata de encontrarme con aquello, romper apegos, soltar miedos, y obrar de corazón por mi mismo, tito. Te pido que sí aquí hace falta mi presencia, me llames, no tengo que estar en ningún lugar, me debo a mi familia y mis amigos..
Sobrino, puedes estar tranquilo, así lo haré, y ya de paso, sí alguna vez faltara yo, preocupate, de que siga unida la familia, todos estamos demasiado ocupados con lo nuestro y se nos olvidan los nuestros..
Todo tomó tanto valor al irte tan pronto y de esa forma, que la familia quedó abierta como una rosa a impregnarlo todo con tu aroma de unión, de formas y maneras que ya tuvimos sus primeros frutos, tus primeros regalos..
Seguiremos obrando para honrarte, queridísimo tito Gabriel..

Desde el Santuario de Montserrat, a 17 de octubre, un mes desde tu partida, hacia Santiago contigo de la mano. Gracias por todo lo bueno que dejaste dentro de nosotros. Te quiero aún más.
En la foto del muro, mi tío Gabriel en su primera Selfie, con su hija Rocío, a cuya boda me pidió que fuera en aquel paseo, ya que me conoce y sabe bien que huyo un poco de acontecimientos de corbata.. qué sonrisa cachonda tenía, ¿verdad?

Te llevo bien presente en mi corazón.

Luije Carretero

Deja un comentario